Mikel Arce Sagarduy
Nació en Bilbao en 1959
http://www.mikelarce.com
Mikel Arce estudia Bellas Artes en la Universidad del País Vasco y, al acabar la carrera, ingresa como profesor de la especialidad de audiovisuales de la misma facultad con solo 24 años. Durante los años 80 colabora como técnico y realizador de sonido en diversas películas entre las que destacan “El Amor Brujo” de Carlos Saura y “Mirindas Asesinas”, el debut cinematográfico de Alex de la Iglesia. Por entonces realiza también sus primeras videoinstalaciones. Desde 1995 es profesor titular de la materia “El Hecho Sonoro” en la Facultad de Bellas Artes de la UPV/EHU.
En 2002, fruto de sus investigaciones sobre la física del sonido, presenta en el Centro Cultural Montehermoso de Vitoria la instalación sonora Diapasónica 2’5. Se trata de una instalación multifónica con música, creada de forma matemática en base a 8 secuencias simétricas desarrolladas a partir de la combinación de cuatro diapasones y sus sonidos base.
En 2004 crea la escultura sonora *.WAV. Una instalación minimalista que busca hacer visible el sonido a través de un elemento plástico. En esta pieza apreciamos como el sonido se materializa para permitir contemplar sus formas. El agua es modelada o esculpida como si de un material constructivo se tratase. Una estructura mínima compuesta por 4 bandejas con líquido permite visualizar una composición secuenciada de frecuencias extremadamente graves. Un proyecto que lleva al espectador a reflexionar y que mediante un ejercicio de observación, consigue alcanzar la relajación de los sentidos. Esta obra se ha mostrado en diversos encuentros internacionales y ha obtenido el primer premio del festival de Bourges (Francia).
Siguiendo con sus instalaciones sonoras, en 2006 presenta A Bruit de Soufflé donde por primera vez en su escultura aparece el elemento humano. En este homenaje a la película de Jean Luc Godard “A bout de Souffle” (Sin Aliento), Arce ofrece un planteamiento más narrativo y nos conduce a sus recuerdos centrados en una playa. El artista ha grabado las respiraciones de dos personas y posteriormente las ha procesado mediante la amplificación de los sonidos más graves. De nuevo el sonido se materializará de forma visible; aunque, como decíamos, en esta ocasión se trata no ya de sonidos puros sino del sonido humano de la respiración. El medio elegido para que el espectador pueda percibirlo con sus ojos será la niebla artificial.
El trabajo más reciente de Mikel Arce lleva por título Mixomatosound y deviene un homenaje a la escultura cinética “Mixomatose”, creada por el escultor norteamericano Alexander Calder en 1953. Los móviles de Calder, como los bautizó el artista dadaísta francés Marcel Duchamp, presentan estructuras de formas orgánicas abstractas, suspendidas en el aire, que se balancean suavemente. A simple vista esta obra de Arce podría parecer uno de estos móviles, sin embargo el artista bilbaíno nos depara de nuevo una sorpresa: además de cinética, su obra es de nuevo sonora. En cada altavoz ha colocado unos sensores generadores de sonidos variables de tono e intensidad según los movimientos de las piezas.
Texto publicado originalmente en el catálogo de la exposición inaugural de Espacio AVAart, Gijón. Diciembre 2012
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