miércoles, 20 de noviembre de 2013

Riiko Sakkinen


 
Riiko Sakkinen
“Respetando los derechos humanos nunca saldremos de la crisis.”

Sakkinen es el enfant terrible del arte finlandés. Sus obras, a primera vista aparentemente ingenuas para el espectador no avisado, tienen contenidos altamente críticos, irónicos o cínicos. Su arrogancia, comienza ya como estudiante en la Academia de Bellas Artes. Por entonces se hizo pasar por un muy reconocido artista escandinavo respondiendo en una entrevista a las preguntas de la prensa. Después de que fuera publicada se descubrió el engaño, con el consabido escándalo. Desde entonces se ha convertido en una popular figura pública de la cultura finlandesa, requerido ampliamente para opinar en los medios -donde también es columnista- de los más diversos temas. Como los dadaistas, surrealistas o los situacionistas gusta de escandalizar o remover conciencias, no solo a través de su arte, sino también a través de su propia vida o al menos su actitud pública. Pronto será una estrella, pero como un pequeño Warhol, constantemente busca más y más minutos de fama.
Por su uso de imágenes inocentes trastocadas podríamos emparentar su obra con la de los norteamericanos Paul McCarthy o Mike Kelley, quienes muchas veces utilizan personajes de dibujos animados o crean sus propios aparentemente inocentes para darles luego nuevas lecturas en principio inesperadas. Aun así, podemos dar por seguro que el se siente más cercano al excesivo artista alemán Martín Kippenberger. Sakkinen comparte con él su gusto por las “travesuras” y por ser un artista transgresor que crea polémica o cuando menos da que pensar. En un momento en el que el arte se presenta muchas veces aletargado y falto de contenidos el habla del consumismo, de la prostitución, la violencia, el terrorismo, el racismo, la política nacional e internacional, los derechos de los trabajadores, y un largo etcétera. Como Kippenberger parece sumido en una obsesiva búsqueda de polémica.
Casi acabando, quiero fijar el punto de mira, en el hecho de que el trabajo de Sakkinen puede experimentar diferentes niveles perceptivos que permiten la lectura de su obra por todo tipo de público. No todos verán lo mismo, pero sí disfrutarán con su arte. Y finalizando decir que aunque en una primera mirada, pudiera no parecerlo, la obra de éste artista finlandés se presenta sumamente cuidado en cuanto a la técnica pictórica. Podríamos decir, aceptando el símil, que se trata de una cocina muy trabajada.  Sus manchas, goteos pinceladas y brochazos, no están ahí porque sí. Para conseguir sus objetivos utiliza diversos materiales y acabados, en ocasiones alejados del mundo del arte, como bolígrafos, rotuladores para pintar camisetas, lijados,... de esta manera, como en su iconografía, se aproxima a la cultura popular, como las vallas publicitarias, la pintura infantil, etc.
Acercarse al trabajo de Riiko Sakkinen es una opción, en principio sencilla, pero que posteriormente nos exige una reflexión que no siempre estamos dispuestos a hacer. Aun así, nosotros tenemos la potestad de hacerlo o no. Un problema de conciencia.

Txema Aguiriano, Comisario de la exposición
Publicado originalmente en el catálogo de la exposición
de Riiko Sakkinen en Espacio AVAart, Gijón. Agosto 2013

Leo Königsberg

 














Leo Königsberg

Nacido en 1958 en Salzburgo (Austria)
http://www.factory-berlin.de/

 A los 9 años el pintor Leo Königsberg comenzó a estudiar música en el Mozarteum, el más famoso conservatorio de Salzburgo. Allí aprendió violín, piano y canto. Posteriormente estudió historia del arte y literatura en la universidad de aquella misma ciudad. Fue cantante y actor en el Landestheater de Salzburgo y asistente de dirección entre otros del famoso compositor y profesor Pierré Marietan. Dentro de sus estudios de nuevas músicas en el Mozarteum realizó una instalación con 12 cuernos de los alpes en diversos lugares de la ciudad de Salzburgo. Desde 1991 vive y trabaja como artista independiente en Berlin. A principio de los años 90 fundó la orquesta de Tiefenrausch y fue miembro fundador del grupo de artistas Tiefenrausch Ost donde participan artistas sonoros y visuales, performers y bailarines. Junto al aquitecto Hans Schmidt concibió el proyecto Factory-Berlin, un lugar de encuentro de artistas europeos con artistas de Europa del Este y hoy un lugar de encuentro para artistas de todo el mundo. Desde 2002 está implicado en el desarrollo del proyecto BATT.15 un espacio de arte en el distrito de Oberschöneweide en Berlin.

“Post industrial decease” (Deceso postindustrial) es el título de la serie de cuadros que Leo Königsberg nos muestra en Espacio AVAart.  En ellos retrata el declive industrial berlinés tras la caída del muro en 1989, momento en que Königsberg se afincaría en la capital alemana. Se trata de una pintura paisajista que tiene las fábricas –algunas abandonadas- como motivo, pero no se trata de una pintura triste o melancólica, sino el reflejo de una realidad.
Algunos paisajistas alemanes del siglo XIX ya prestaron atención a la industrialización y pintaron paisajes con fábricas. Así lo hizo Carl Flechen o también el británico Turner que en algunos de sus cuadros mostró el comienzo de la revolución industrial a través de las máquinas de vapor. Era una realidad del momento, no una visión crítica, y la pintura paisajista siempre ha buscado reflejar con afecto sus motivos. De la misma manera lo hace también Königsberg en sus cuadros. Pintor de la era post industrial, cuando la industria ha sido estigmatizada, principalmente por la explotación del trabajador y por su carácter contaminador del medio ambiente él refleja el declive de la revolución industrial, pero también el nacimiento, en lo que fueran antiguas industrias, de las fábricas de creación artística, movimiento en el que Leo ha participado activamente para su surgimiento. Antiguas factorías, almacenes y espacios industriales en desuso, son reutilizados como talleres de artistas, espacios de creación y laboratorios culturales apoyados por lo general en las nuevas tecnologías, donde se facilita el surgimiento de proyectos híbridos a raíz de la colaboración entre creadores de diferentes disciplinas. Es la evolución de una sociedad de carácter industrial a ese nuevo mundo del siglo XXI, la era de la información, que Leo refleja de una manera conciliadora y positiva. Un nuevo paisaje industrial y un nuevo mundo postindustrial 

Txema Agiriano. Texto publicado originalmente en el catálogo de la exposición inaugural de Espacio AVAart, Gijón. Diciembre 2012