jueves, 28 de enero de 2010

La pincelada protagonista. Usoa Fullaondo



La pincelada protagonista. Usoa Fullaondo 

Los teatros de papel, motivo de juego y alegrías durante la infancia de nuestros abuelos, vuelven a la actualidad de la mano de la artista getxotarra Usoa Fullaondo. Ella ha sacado estos teatros del olvido y de las jugueterías, quitándoles el polvo y las telarañas, inscribiéndolos en el mundo del arte mediante un proceso conceptual.

Hasta el 29 de Enero la Galería Espacio Abisal sita en la calle Hernani de Bilbao, muestra la exposición Maneras Verticales de la artista Usoa Fullaondo. Fullaondo nace en Getxo en 1979 y estudia Bellas Artes en la UPV/EHU. En 2004 obtuvo una beca en BilbaoArte. Su proyecto de tesis “El azar en los procesos lúdicos de creación” fue en 2007 el germen de la exposición “Txiripa” y de un ciclo de conferencias y conciertos en aquella universidad que comisarió en colaboración con su director de tesis Fito Ramirez-Escudero. En aquella exposición, donde ella también participaba,  veíamos ya los primeros teatros de papel de Fullaondo. Estos mismos teatrillos fueron también motivo de la exposición que realizó en Montehermoso a través del programa NEXT de colaboración entre ésta institución y la Facultad de Bellas Artes, con el fin de que artistas emergentes accedan a éste espacio expositivo. En 2009 fue premiada con una ayuda a la creación por Injuve –lo que le ha supuesto exponer en el Círculo de Bellas Artes en Madrid- y fue seleccionada en la muestra itinerante Ertibil donde presentaba una colorista serie de sus mandarlas (unas figuras abstractas, decorativas y tal vez místicas).

Los teatrillos de cartón de Fullaondo a los que ella titula Paintbrush Theatre o Teatro de la Brocha son recortables que ella diseña. Hace años, mientras trabajaba en la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes descubrió por casualidad el libro Toy Theatres on the world de Peter Baldwin, un libro sobre teatros de papel de los siglos XIX y XX y a partir de entonces quedó prendada. Actualmente en países como Alemania, Francia e Inglaterra existe un movimiento de recuperación de este tipo de teatritos, creando incluso festivales donde se representan obras clásicas y otras de nueva creación. Años después de descubrir éste libro Usoa vió el catálogo de una exposición de la colección de teatros de la coleccionista Lucía Contreras. Usoa contactó con ella y conoció su interesante web, teatritos.com donde se puede ver parte de ésta colección. Más recientemente compró el teatro de cartón “Caperucita Azul” –editado durante la dictadura y de ahí que caperucita no fuera roja, sino azul y falangista- que le sirvió de guía para crear sus teatros.

En ésta exposición los encontramos en sus cajas de cartón, listos y numerados para su venta y también ya montados. La fachada del escenario representa un palacio y es una pieza fija. El resto de los elementos del teatro, tales como los diversos telones, fondos y muebles son móviles e intercambiables para permitir la participación del espectador.

El “juguete” se acompaña de unas descriptivas instrucciones de montaje y uso. Para su edición –limitada a 50 juegos- se ha utilizado la impresión digital. Los teatros ya montados los presenta sobre una tabla colocada sobre unos caballetes. A base de recubrir las paredes de la sala expositiva con un trasnochado papel pintado y unos cuadritos con mandarlas, enmarcados a modo de retratos de familia crea una nueva escenografía que nos remite a finales del siglo XIX o principios del XX, el momento mas esplendoroso del tipo de recortables que ella crea.

En otra pared proyecta la película, con aire de cine mudo, que ha realizado a partir de situar los elementos de su teatro de diferentes maneras.

La clave y diferencia entre su teatro y los comerciales está en los actores. Si en los otros teatrillos estos son representaciones humanas o personajes de cuento, en los de Fullaondo los actores son brochazos de pintura. De ésta manera la pincelada adquiere presencia como personaje real, es protagonista. Y es un protagonista máximo en todos los sentidos. Si la propia pintura es protagonista a partir de las primeras vanguardias y especialmente con el expresionismo y toma aun mayor protagonismo en el expresionismo abstracto y en el action painting, aquí se hace protagonista puro y duro como lo era en aquella serie de esculturas de Claes Oldenburgh titulada Brushstroke o en aquellas pinturas de Roy Lichtenstein del mismo título. Pero de nuevo encontramos una diferencia, ya que si en aquellas es representación, aquí se trata de presencia pura. Son los tics, los gestos y las maneras que Usoa utiliza al pintar y se repiten en sus obras pictóricas los propios protagonistas. No hay representación. Ella las ha clasificado y las ha hecho protagonistas de estos teatros de cartón.

En la obra de Usoa, esto no es nuevo. En algunas de las obras que realizó durante su estancia en BilbaoArte –que también presenta en Abisal- encontrábamos pinceladas colocadas en un escenario dentro de una cajita de madera. Otras de sus pinceladas trabajaron en un circo que la artista montó para ellas. En los collages que muestra en la exposición, las pinceladas se muestran sobre fondos estampados. Y en una serie de cuadros estos pequeños collages con pincelada fueron reproducidos, manualmente, a una escala mucho mayor.

Su obra más reciente, “Heaven Can Wait” que se puede ver en su flickr, son pequeños collages muy narrativos y con idea de exvoto, deudores del surrealismo y cercanos a Neo Rauch o a Jaime Baldridge. Su iconografía sigue dentro del mundo del espectáculo de principios del siglo XX, del circo y del freakshow.

La pincelada de Fullaondo, cargada de personalidad, es un nuevo John Merrick clamando: ¡Soy un hombre!

 

Txema Agiriano

Publicado originalmente en Mugalari 15 de enero 2010

 

jueves, 14 de enero de 2010

“Hago cuadros porque es lo mas cerca que voy a estar jamás de ser estrella del rock.” Javi Soto


Entrevista con Javier Soto

“Hago cuadros porque es lo mas cerca que voy a estar jamás de ser estrella del rock.” Javi Soto, artista

Javi Soto (Suiza, 1975), desde los 5 años vivió con sus padres de origen gallego en Navia (Asturias). Probó a entrar en la Facultad de BBAA de Pontevedra, pero no le gustó y además quedaba muy lejos del mar, así que decidió cambiarla por la de la UPV/EHU en Leioa.

Sin formación artística previa ni antecedentes familiares Javier comenzó su carrera en Bilbao.

“Aquellos que venían con cierto curriculum y con la idea clara de ser artistas lo dejaron. Yo jugaba con ventaja, no sabia nada y no esperaba nada, así que todo estaba bien para mi.”

Pertenecistes al grupo artístico Inter-Medio. Cuéntanos tu experiencia.

“Era un grupo formado por Ismael Iglesias, Diego Movilla, Patricia López y yo. Nos juntamos con la idea de pintar el punk. Yo siempre digo que hago cuadros porque es lo mas cerca que voy a estar jamás de ser estrella del rock. Es mi medio, mi necesidad, así que nosotros nos juntábamos y vomitábamos toda nuestra mierda sobre los lienzos. Combinábamos imágenes de consumo con escenas porno y cosas por el estilo, todo muy cáustico. Queríamos provocar porque sentíamos que la sociedad no nos hacia todo el caso que ansiábamos.”

¿Cómo artista como ves los centros de arte tipo Arteleku o BilbaoArte?

“Arteleku siempre fue un contenedor pero había una clara conciencia de grupo, una caldera de ideas, un punto de encuentro.”

“La tendencia últimamente de los artistas es vivir de esos espacios, como metidos en peceras y eso no es bueno. Hay que vivir la vida para no perder la perspectiva.” 

¿Como ves el asociacionismo artístico? En lugares como Catalunya tienen un importante centro de creación de arte como Hangar. ¿Crees que algo así podría ser transladable al Pais Vasco o a Asturias?

“Los artistas que hemos estado trabajando en asociaciones realizamos una labor fundamental en el desarrollo cultural. Artistas que trabajan para otros artistas, eso esta bien, no?”

“El País Vasco es un habitat perfecto para ello... Gobierno autonómico potente, dinero público para becas, ayudas a la producción y sobre todo mucha gente muy válida generando obra. Bilbao es una ciudad con potencial real.”

¿Cómo fue la experiencia como montador en el Museo Guggenheim?

“Trabajé por necesidad económica y porque me parecía muy interesante el hecho de conocer por dentro una estructura como aquella. Éste trabajo me ha dado una visión mucho mas realista del arte y el mercado del arte, un monstruo que necesita mucho pienso para alimentarse.”

 

En 2005 presentas en Madrid la exposición “Tres makeleles colgados del árbol de Gernika” que sirvió a El Mundo para escribir el siguiente titular: Del terror, arte. El 'conflicto vasco' y la violencia terrorista protagonizan por primera vez una exposición en la capital.

Algunos opinaron que no quedaba claro cuál es tu postura.

“No se lo que se publicó sobre esa exposición, pero se que se abrieron varios foros de opinión en torno a ella. Al ser comisariada por el colectivo El Perro lleva a pensar que mi obra quizás sea política o social. Yo la hice de una manera irónica. Es verdad que el tipo de obra era un poco ambigua, que mi posición no era tajante. Saco a la luz las cosas y las encuadro en mi manera estética, en mi pintura. Lo que me interesa es que la gente reaccione y me da igual que se ofenda o se alegre. Mi postura es la de hablar de lo que sea y cuando sea.”

En 2007 viajas a Los Angeles, California.

“El viaje a Los Ángeles fue un escape de Bilbao. Llevaba 15 años allí y me estaba agotando, así que ahorré dinero y me fui 6 meses por América y México. Los Angeles es una ciudad muy dura para llegar de nuevo y no tener un contacto allí, así que pasó un mes hasta que encontré el punto de partida para empezar a trabajar. La soledad es algo realmente importante en mi vida y estaba totalmente solo. Fue una experiencia de madurez tremenda, trabajar sin referentes en un nuevo proceso de trabajo todo muy mental. Imágenes que venían de un mundo de pesadillas asociado al infierno tropical que representa aquella ciudad.”

Parte de su trabajo en Los Angeles se puede ver hasta fin de Enero en la Sala Rekalde en la exposición Euforias y Demonias. ¿Cómo ves las condiciones para exponer que has encontrado aquí y en otros sitios?

“No se realmente el dinero que haría falta de verdad para hacer un proyecto de este calado, pero yo soy pintor, es decir mis expos están mas o menos cerradas, en cuanto a producción se refiere, cuando recibo las ofertas. No soy de ese tipo de artista que espera que el dinero venga por delante.”

¿Crees que a los artistas se les facilitan condiciones adecuadas?

“En general deja bastante que desear sobre todo en el contexto comercial donde el artista es el último mono. Las galerías tienen la misión principal de vender y los artistas muchas veces nos olvidamos de ese detalle y exigimos cosas que no vienen a cuento. Lo que debo exigir es que haga todo lo posible por vender mi obra, porque ese es su trabajo. Se trata de un negocio al 50%, si un galerista me exige calidad en mi trabajo yo se la doy y el me tiene que vender. Llamar a los clientes y enseñar mi trabajo, que de cobrar la mitad de cada obra vendida ya se encargan bien.”

A tu vuelta de Los Angeles y después de 15 años en Bilbao te has ido a vivir a Navia, tu pueblo de infancia. La exposición incluye también cuadros pintados allí.

“Esas piezas hablan de mi, de la idea del triunfo, el éxito social y los miedos. Los iconos de aves disecadas son puntos frívolos, irónicos, de movimiento estático, con actitud altiva pero muertos y secados como chorizos. Los trofeos hablan de mi pasado de ciclista, años durante los cuales gane muchos premios. Algunos salen representados en lo cuadros de manera fiel y convivo con ellos en el salón de mi casa, así que se podría decir que son temáticas autorreferenciales. Lo de los fantasmas tiene que ver con el reconocimiento por mi parte de todos mis miedos.”

En la exposición un  mural ocupa la pared de la derecha por completo.

“Me puse a pintarlo allí en directo y todo salió. Cuestión de dejarse llevar y de confiar en uno mismo. Si uno tiene talento lo de pensar, a veces, es simplemente inútil.”

 

Txema Agiriano

Publicado originalmente en Mugalari el 8 de Enero 2010

TERESA MARGOLLES. La memoria de las víctimas



Teresa Margolles

Del 18 de Septiembre 2009 al 3 de Enero 2010

Montehermoso. Vitoria-Gasteiz

 

La mexicana Teresa Margolles presenta en Montehermoso en Vitoria-Gasteiz la instalación sonora titulada “Los sonidos de la muerte”. Una llamada dolorosa a la memoria y un homenaje a tantas mujeres asesinadas y olvidadas por una sociedad violenta y cínica, que ha convertido las muertes de los débiles y de los indefensos en meros datos estadísticos.

 

Teresa Margolles se dio a conocer como parte del grupo de artistas SEMEFO. Este es el nombre real de los Servicios Médicos Forenses Mexicanos, donde se practican autopsias y donde los familiares de los finados acuden a identificar los cuerpos. Actualmente ésta identificación se realiza también a través de las fotografías de los cadáveres que los SEMEFO de las diferentes localidades mexicanas tiene colgadas en sus webs.

El grupo artístico SEMEFO (integrado por Margolles, Carlos López y Arturo Angulo) se decía influenciado por Bataille,  El Bosco, Bacon, Lautréamont, Bourroughs, Cioran, Artaud, y Tarkovsky. A finales de los ochenta ocuparon el Hospital de la Floresta en Tlalpan (barrio de Mexico D.F.). Se trataba de un centro para enfermos mentales de familias adineradas, por entonces ya en ruinas, que por cierto aparece en el film Los Olvidados de Luis Buñuel.

 

“Recorríamos las celdas vacías tropezando con cascajo, restos de camillas, aparatos para electroshocks, material quirúrgico… leyendo ávidamente los expedientes de los internos, imaginando sucesos: vivíamos los gritos que aún rebotaban en las paredes...” Los universitarios , México, noviembre 1990-1991.

 

Este espacio marco la trayectoria del grupo, siempre trabajando en torno al recuerdo y a la muerte (más exactamente el cadáver) haciéndola siempre presente, muchas veces de forma repugnante, en sus performances, videos e instalaciones. Para ello utilizaban vísceras, cadáveres de animales, sangre y excrementos. Teresa, licenciada en Ciencias de la Comunicación, se diplomó en Medicina Forense y así comenzaron a utilizar tanto fotografías como también fragmentos y fluidos de cadáveres humanos. El espectador se ve enfrentado ya no a una simulación o una representación sino a una sinécdoque del cadáver real. Pelo, grasa, sangre,… El objetivo es mostrar la poca importancia que se da a esas víctimas anónimas, en una sociedad donde el control policial no lucha por erradicar la violencia, sino únicamente por marginarla.

Aunque el grupo se disolvió a finales de los años 90 la obra de Margolles a continuado en ésta línea de trabajo. Así en la reciente 53 Bienal de Venecia la artista colgaba como bandera en la fachada del Palacio Rota-Ivancich, una tela impregnada en sangre de personas asesinadas. En las salas, a modo de tapices, telas con sangre ésta vez bordadas en hilo de oro. Los suelos del palacio fueron fregados diariamente con una mezcla de agua y sangre de personas asesinadas. La macabra fina capa de fluidos fue creciendo día a día oscureciendo el pavimento.

 

En Vitoria-Gasteiz la mexicana presenta la instalación sonora titulada “Los sonidos de la muerte”. Aunque los contenidos y la intención sean los mismos, en ésta ocasión Margolles presenta una obra limpia y que resulta menos macabra. La pieza consiste en veinticuatro altavoces perfecta y asépticamente colocados en las paredes a razón de 6 altavoces por tramo, en las rampas, poco iluminadas, que descienden desde el claustro hasta la entrada al antiguo depósito de aguas. En ellos escuchamos sonido ambiental: el tráfico, grillos, el viento,… en realidad nada especial. Se podría tratar de sonidos recogidos en cualquier lugar. No son tétricos o tenebrosos, no son estridentes, no son exagerados en ningún sentido. No se trata de sonidos idílicos pero tampoco de ninguna manera son especiales. No escuchamos tampoco ninguna voz humana. No ocurre nada, ni se produce ningún tipo de sensación. La escucha de éstos sonidos no nos informa de nada ni nos transmite ninguna información. La clave de la pieza no está por tanto en el sonido aunque se trate de una instalación sonora. La clave está en el cartel informativo que encontramos al final de las rampas. Ahí se nos informa que estas grabaciones fueron realizadas en veinticuatro lugares de Ciudad Juárez (México) donde se hallaron los cadáveres de veinticuatro mujeres asesinadas. Esta es una ciudad fronteriza al norte de México, frente a El Paso, en Texas, donde el narcotráfico campa a sus anchas y donde diariamente mueren personas de forma violenta. En Ciudad Juárez, de cada diez personas asesinadas cuatro son mujeres, una cifra muy por encima de la de cualquier otra ciudad en el mundo.  Muchas de éstas victimas han sido además violadas.

Esta instalación revindica la memoria de las víctimas mediante la voz de los lugares dónde fueron abandonadas. Habla del dolor de las personas que han perdido a sus seres queridos y del vacío que deja un asesinado en una familia. No se trata de números, sino de personas con nombre y apellido. Pero estas personas, salvo por sus allegados, han sido hoy olvidadas. La violencia continúa y cada día hay nuevas victimas que el Estado se limita a contabilizar. Teresa nos ayuda a reflexionar y nos trae el recuerdo de aquellas mujeres anónimas.

La instalación que presenta en Monthermoso es cercana en concepto a laspinturas aeropostales del chileno Eugenio Dittborn donde homenajeaba a personajes anónimos desparecidos durante la dictadura. También existe un paralelismo con la colombiana Doris Salcedo y su deseo de impedir que una amnesia colectiva olvide la violencia que impera en su país. Su modus operandiparte de la investigación teórica situándose en el lugar donde fallecieron las víctimas, para invitar luego a su evocación a través de la obra artística.

Txema Agiriano

Publicado originalmente en Mugalari. 18 de Diciembre 2009

El movimiento Black Panther de Emory Douglas


El arte al servicio de la revolución

Tras agitar conciencias durante todo el verano neoyorkino, ésta misma semana se clausura en el modernísimo New Museum del Bowery la exposición Emory Douglas: Black Panther. Aproximadamente 165 obras, entre carteles, periódicos y grabados, realizadas entre 1967 y 1976, los años más activos del partido de los Panteras Negras. Arte al servicio de la política.

A pesar de tener 40 años, las obras de Emory Douglas siguen impresionando tanto como cuando se crearon. Al entrar en la galería del museo nos recibe un mural representando una joven mujer negra armada con un fusil voceando “The Black Panther”, el periódico semanal del partido Black Panther.

Cautivado por estas imágenes fue como Sam Durant, comisario de la muestra, contactó con Emory Douglas. Durant es artista y profesor del California Institute of the Arts (CalArts) una escuela de arte creada por Walt Disney con la idea wagneriana del Gesamtkunstwerk (obra de arte total) aglutinando música, teatro y artes visuales. Como artista la obra de Sam Durant investiga la utopía y su fracaso en relación con los movimientos contraculturales y de protesta en la historia política americana.

Emory Douglas nació en 1943 en Grand Rapids, Michigan y se transladó con su madre al área de la bahía de San Francisco con ocho años al serle diagnosticada una enfermedad pulmonar. Allí hizo carrera como delincuente juvenil lo que le llevó al reformatorio de Ontario (California) donde trabajó en la imprenta del centro. Al salir de allí, la asistencia social, en vista de que tenía cierta aptitud para el dibujo, le ofertó estudiar comunicación gráfica en el City College de San Francisco, por entonces uno de los mejores college en éste campo. En la universidad participó en la asociación de estudiantes negros para los que realizó carteles y flyers. Tras un mitin de los Black Panthers en su campus, Emory decidió unirse a ellos.

Por entonces los líderes Huey Newton y Bobby Seale manejaban la idea de crear un semanario del partido e intentaban reclutar buenos fotógrafos para la parte gráfica. En los años sesenta y setenta la comunidad negra no era una comunidad lectora, por tanto el periódico debía tener muchas imágenes. Un día, en el centro cultural de los Black Panther, Douglas encontró a  Bobby Seale intentando dibujar los titulares para el periódico. La incapacidad del líder para estas tareas era más que evidente, así que Emory se ofreció para hacerlo él. Al ver su trabajo le pusieron el título de “artista revolucionario” y decidieron que las ilustraciones de Douglas serían una parte importante del periódico. Al poco de comenzar a publicar el semanario, Emory fue nombrado ministro de cultura de los panteras negras, por tanto uno de los principales líderes y encargado, entre otras cosas, de toda la parte gráfica.

La publicación Black Panther con un tirada que llegó a los 400.000 ejemplares semanales, se distribuía por todo Estados Unidos y poco después también por buena parte del mundo a través de la OSPAAAL (Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América), organización internacional con base en La Habana. 

Los dibujos y collages de Douglas aparecían ilustrando las noticias del periódico y cada semana se publicaba también una obra suya a toda página como contraportada. El éxito de estas contraportadas, que los jóvenes reproducían muchas veces a modo de mural en las calles, hizo que también fueran impresas desde el propio partido como grabados, postres y postales. Son imágenes con fuerte carga política, con un lenguaje gráfico avanzado, creadas para cambiar el mundo y que aun hoy conmueven.

Aunque el trabajo de Emory Douglas nos sorprenda por lo directo él no fue el primero en practicar un arte crítico y dirigido a cambiar la sociedad del momento. El francés Honoré Daumier lo hizo en el periódico político satírico Le Charivari y fue encarcelado por una caricatura que realizó del entonces gobernante Luis Felipe I de Orleans.

El inglés William Hogarth, a principios del siglo XVIII, fue también un gran crítico de las costumbres y políticas de su época. La alemana Käthe Kollwitz fue una artista gráfica fuertemente comprometida con sus ideales antibelicistas.

Otro artista alemán, revolucionario y comprometido fue el dadaísta Georg Grosz. Tras luchar en la primera guerra mundial se hizo pacifista y dedicó su arte a la crítica de sociedad y gobierno, por lo que fue sancionado en repetidas ocasiones. Sus grotescas caricaturas con cerdos y ratas marcaron de forma notable a Emory Douglas.

El periodo de la republica de Waimar fue muy prolífico en lo que a artistas revolucionarios se refiere. El más influyentes para todos los que vinieron después fue el dadaísta John Heartfield. De nombre real Helmut Herzfeld cambió su nombre en protesta por ser alistado de forma obligatoria para combatir en la primer guerra mundial. Fundador junto con su hermano del partido comunista alemán, al acabar la segunda gran guerra vivió en la Republica Democrática Alemana. Es uno de los más importantes artistas del fotomontaje y dedicó la mayor parte de su obra a la revolución y a la crítica del nazismo.

Pero el paralelismo más impresionante no es el que une a Emory Douglas con estos artistas ni tampoco con afroamericanos como Elizabeth Catlett, Sargent Claude Johnson, Ruth Waddy o Charles White, sino el que le une al valenciano Joseph Renau. De familia humilde e ideas revolucionarios fue fotomontador, muralista y llegó a Director General de Bellas Artes en los años de la Guerra Civil. Un verdadero ideólogo, convencido del poder del arte para hacer política.

 Txema Agiriano

Publicado originalmente en Mugalari 16 octubre 2009

 

NEW YORK BILBAO TOKIO BEIJING


MALO MUY MALO

Malo Muy Malo, exposición, obra sobre papel. Galería Garabat y Librería Anti. Del 2 de octubre al 4 de noviembre de 2009

 

Un universo moderno de sucesos y tendencias se ha colado en la bilbaína galería Garabat a través de las historias del día a día contadas a través de irónicas, hirientes y colorísticas ilustraciones post-pop presentadas por la marca y plataforma artística de Julián Vallejo y Elena Ascarza. Historias que nacen en los años ochenta y avanzan en el siglo XXI.

 

Malo Muy Malo es hijo de la modernidad de los años 80. Del estudias o diseñas. Del artista postmoderno. De las luces y el glamour de la movida madrileña. De Ceesepe, de Victor Coyote y de La Edad de Oro de Paloma Chamorro. Del Madriz y de La Luna. De los nuevos artistas renacentistas, que lo mismo te pintan un cuadro, escriben una novela o te diseñan una camiseta. Del Bilbao sucio y gris de antes de las inundaciones y por supuesto antes de los efectos guggenheim. En la prehistoria de Malo Muy Malo encontramos el mítico fanzine punk bilbaino Sorbemocos del cual Julián Vallejo era uno de sus responsables. En aquellos años conocimos también la faceta del Julián pintor, muy cercano a la iconografía de la movida madrileña y participante destacado de la movida bilbaína.

Por entonces Antonio Huerga desde Ediciones Libertarias comienza a publicar a los literatos de la Movida. En éste contexto, en 1986 Julián Vallejo ve publicada su primera novela “Mano blanca o mano negra según el detergente que use tu suegra”. Después, en 1989, publicará “No me mires de soslayo que no soy un malayo”. En 2000 y ya en Malo Muy Malo“Comunión”, una paródica novela negra bilbaína donde drogas y ex jugadores del Athletic son protagonistas.

Vallejo es también diseñador y junto a la experta en marketing Elena Ascarza en el año 2000 fundan Malo Muy Malo como plataforma artística a través de la cual dar salida a sus creaciones. El mundo de la moda está en pleno auge y Malo Muy Malo creará una línea de camisetas. Dicen las crónicas del momento que el objetivo era pagarse un viaje a su querido Tokio y que lo consiguieron. Lo que al final no pudieron conseguir fue la camiseta de Yoshitomo Nara. Se habían agotado. El éxito de sus creaciones en moda fue creciente. Como decía Julián, no todo el mundo puede permitirse un cuadro, pero si una camiseta. En 2004 comienzan sus colaboraciones en la revista Etecé, la revista de tendencias de Amasté. En 2006 a través de la plataforma Selección Lab, gestionada también por Amasté, exponen en la galería Espacio Marzana su por entonces última colección de moda. Antes de ésto también han dado imagen –en un par de ocasiones- al ya mítico bar Irrintxi de la calle Santa María del Casco Viejo bilbaino. Pintxos, diseño and friends. Recientemente han creado una sugerente línea de productos para el Museo de Bellas Artes de Bilbao.

Buscamos el artista total, el nuevo artista renacentista que se propugno en los 80 y que tenía en Andy Wahol el modelo a seguir. Cuando en enero de 1983 Warhol desembarcó en el Madrid de la movida de alguna manera le dio carta de reconocimiento. Los dibujos de Malo Muy Malo recuerdan los dibujos de zapatos que hacía Warhol a finales de los años cincuenta y primeros sesenta. Obsesión fetichista por los zapatos. El protegido de Warhol, Jean-Michel Basquiat y sus cuadros en los que se cuentan historias, será el otro gran referente.


“OJO X OJO Y DIENTE X DIENTE” es el título que Malo Muy Malo han elegido para su nueva exposición.  Treinta y un dibujos en Galería Garabat y dos en la Librería Anti. Para aquellos que no puedan ir a la exposición y especialmente para aquellos que disfruten del arte de Malo Muy Malo pero su condición económica no le permite llevarse los originales a casa, simultáneamente han editado un libro que recoge todos estas ilustraciones, y bastantes más, al módico precio de 15 €. Malo Muy Malo siempre pensando en todos.

Estas ilustraciones narrativas, con toques kitch y naif –atención a los estampados en las ropas de los personajes- nos inquietan con sus historias. A la vez  nos producen una pequeña sonrisa de complicidad. Cosas de la vida: no regales ropa jamás. Una narración dibujada de lo que acontece o pudiera acontecer en el universo moderno.

Un universo que miró en los ochenta a New York y miraba hasta hace nada al Tokio de Yoshitomo Nara. El, con sus ilustraciones bizarras, perversas y naif ha sido el artista de culto en el mundo pop.

Hasta hace pocos días disfrutábamos en Getxophoto de las historias fotografiadas de los jóvenes artistas chinos Liyu + Liubo. En ellas recrean la crónica de sucesos de los diarios de su país. Una crónica que por chocante muchas veces nos parece irreal. Ellos, como muchos otros artistas de su generación, nos muestran una nueva y moderna China. Desde que en el año 2000 el gobierno chino decidió apoyar y permitió salir del underground a los nuevos artistas, lo más cool, lo más nuevo y lo más interesante nos llega ahora de aquel lejano país. Jóvenes artistas cargados de humor e ironía abren un nuevo y fresco camino en el siglo XXI. Tokio fue el nuevo New York y hoy Beijing es el nuevo Tokio.

Txema Agiriano

Publicado originalmente en Mugalari. 9 Octubre 2009

 

 

Maiana Agorrody: el dibujo como arma secreta


Dentro del panorama del arte vasco actual pocas veces tenemos la oportunidad de toparnos con trabajos tan frescos y con una iconografía tan actual. Perfectamente realizados, estéticamente muy interesantes y a la vez repletos de explícito contenido. Un trabajo de riesgo que se convierte en un auténtico grito en la galería.

La artista de iparralde Maiana Agorrody expone sus dibujos en la Galería Garabat (C/ 2 de Mayo, 19. Bilbao) hasta final de mes. Agorrody lleva viviendo en Bilbao desde 2006. Además de artista es también directora de la empresa de producción MY JOK WORLD S.L, productora y guionista del programa BURP! de ETB3 y diseñadora de su propia marca de camisetas MY JOK. Maiana, que también trabaja con el sobrenombre de Lady MY, en 2007 fue artista residente en BilbaoArte y en el verano de ése año, con una ayuda de Le Salon du Prêt á Porter de París y con motivo de las elecciones presidenciales francesas desarrolló el proyecto Vote PandaVote Pandaera una reflexión cargada de ironía sobre las estrategias de comunicación de los políticos en formato de cárteles dibujados con tinta india negra, pintura acrílica de colores y papel de aluminio.

En aquella ocasión eligió un personaje, un oso panda que representaba un candidato a las elecciones presidenciales. En sus dibujos nos hablaba de corrupción política. Aquel proyecto se presentó en diversas galerías y espacios como Iguapop Gallery de Barcelona, Pantha Rhei de Madrid, en el Museo Guggenheim de Bilbao y en Le Salon du Prêt á Porter de París.

 

En su nueva exposición ésta provocadora amante del cómic underground sigue utilizando el humor y la ironía para lanzar su mensaje al espectador.

El grueso de la exposición lo conforman dibujos a tinta negra, realizados con pincel, y donde a modo de pan de oro incluye muchas veces trozos de papel de aluminio. En ésta exposición también ha incluido algún trabajo de otra serie y presenta también un dibujo realizado en la propia pared de la galería. Prácticamente todos los dibujos incluyen textos que hacen referencia a lo representado.

El tema elegido son las relaciones entre hombres y mujeres como una relación de poderes. Agorrody ha destapado un lado más duro. Referencias explicitas al sexo y a las relaciones de pareja y a las relaciones entre hombre y mujeres donde ella es protagonista y heroína y su oso panda y otros personajes como Mister T o Patxi Lopez comparten protagonismo. Siempre con un toque de humor, mucha ironía, pero no dejando por ello de insistir en lo que quiere decir. Si hasta ahora siempre había resultado amable aunque provocadora, ahora ha dejado la amabilidad de lado y opta por incomodar al espectador, algo a lo que los amantes del arte aun no acaban de acostumbrarse. Se autorretrata desnuda, haciendo con malicia una felación a su querido oso panda o como objeto de deseo del político o del personaje televisivo. En cuanto al estilo tampoco nos puede dejar indiferentes. Su línea en ésta exposición es muy cercana a los dibujos monocromos de Raymond Pettibon, a quienes los aficionados a la música reconocen por las portadas de los discos de Black Flag y Minutemen o especialmente por la carátula de Goo (1990) de Sonic Youth. Los aficionados a las artes visuales por exposiciones como la retrospectiva que el MACBA le dedicó  en 2002.

 

Lady My produce un programa gamberro pero amable para la televisión pública y hasta ahora había diseñado camisetas con un oso panda como protagonista que se venden en boutiques modernas y centros de arte. Un trabajo con gracia y más socarronería de la habitual en nuestra sociedad pero obra amable al fin y al cabo.

En ésta ocasión Maiana a arriesgado lo suficiente para poder permanecer en el underground para siempre o para despuntar como una nueva artista controvertida. El underground lo tenemos cerca y no parece que quienes manejan los hilos estén dispuestos a que salga de ahí aunque quiera. Aun hoy es el día que cuando el Plan Vasco de la Cultura analiza las galerías de arte bilbaínas no incluye en él las más cercanas al street art o al arte de la calle, como las tres con las que actualmente cuenta Bilbao –tres magníficas galerías con exposiciones de gran calidad en el barrio de San Francisco-. ¿Acaso no es arte contemporáneo lo que presentan?

 

Las cosas avanzan pero no igual de rápido en todas partes. En 1992 la exposición “Helter skelter” en el MOCA de Los Angeles llevó el arte que venía del underground y que tenía la provocación, el sexo y la política como bandera a la institución Museo. Así obtuvo su entrada en ésta institución el norteamericano Raymond Pettibon dibujante creador de portadas y carteles para los grupos del sello de punk de vanguardia californiano SST.

En 1992 nace en New York la Alleged Gallery, cuna del street art y que su promotor a hecho aun más famosa a través del film y exposición “Beatiful Losers” que ha girado por los principales centros de arte del mundo entero. A su historia se asocian artistas como Terry Richardson, Larry Clark o Shepard Fairey, más conocido como Obey y creador de la famosa camiseta utilizada en la campaña de Obama. Será la consolidación de éste arte con clara influencia del cómic y enraizado en el do it yourselve. Tal vez Warhol y algunos de su círculo como Keith Haring o Jean-Michel Basquiat abrieron años atrás cierta brecha, pero no es hasta los años noventa en Estados Unidos cuando empieza la verdadera aceptación de éstas obras como verdadero arte.

Aun hoy Pettibon no pude quitarse el sambenito de artista punk aunque nunca se ha considerado a si mismo como tal. Algún artista ha declarado que el street art es un souvenir para los museos. ¿Falta de estima o realidad? Espero que lo primero.

Los Trembleators, Amparo Badiola y Nick Burge


Estos días la pareja formada por la coreógrafa bilbaína Amparo Badiola y el músico londinense Nick Burge, también conocidos como “Entretenidos”, presentan en el Festival Internacional de Manchester (MIF), los cuatro nuevos instrumentos musicales que durante los últimos seis meses han estado inventando y fabricando artesanalmente en BilbaoArte.

A primero de Julio de 2008 en BilbaoArte, los noruegos Sindre Bjerga y Jan Morten impartieron un workshop en el que bajo el título deHome Crafted Sonics los alumnos participantes fabricaban objetos sonoros a partir del reciclaje y manipulación de todo tipo de artilugios. Allí, mientras soldábamos pequeñas chapitas de metal para crear nuestros propios micrófonos de contacto, conocí personalmente al artista sonoro y bailarín inglés Nick Burge y me habló de sus Trembleators.

 

Nick nació en Londres en 1954, allí estudió danza clásica y claqué en la escuela de Andrew Hardie para pasar a estudiar danza contemporánea a la London School of Contemporary Dance. Completará estudios en Estados Unidos donde bailará con el Houston Ballet y con el The Joffrey Concert Group, el grupo de danza creado para mostrar en gira por todo aquel país, el trabajo de los estudiantes más avanzados de la prestigiosa escuela neoyorkina Joffrey Ballet School. De vuelta en Gran Bretaña baila con Janet Smith & Dancers (la compañía de la desde 1997 directora del Scottish Dance Theatre) y con la compañía English Dance Theatre. Es a partir de 1989 cuando empieza a crear música electrónica para danza. Por entonces es también cuando conoce a Amparo Badiola –que había marchado a vivir a Londres-. Él le impartirá clases de claqué. Amparo Badiola además, ha estudiado danza jazz y danza contemporánea con el coreógrafo británico Mathew Hawkins, y por si fuera poco es médico, especializada en medicina deportiva. Bailan juntos desde entonces, hasta 1994, cuando deciden tener familia. Nick estudiará por aquel tiempo sonido en el London Collage of Printing y al poco comienza a trabajar en Sadlers Wells como técnico de sonido para teatro. En 2003 deciden venir a vivir a Bilbao y desde entonces vuelven a crear juntos diferentes coreografías.

Volviendo al trembleator, Burge, su inventor explica que la idea parte de una cajas de resonancia creadas para bailar claqué sobre ellas. A estas cajas de resonancia decidió incorporarles micrófonos de contacto, con el fin de poder amplificar su sonido. Posteriormente les aplicó nuevos artilugios mecánicos que responden a los movimientos de los bailarines y que enriquecen sus sonidos. En ocasiones se trata de amplificar, en otras de transformar sus sonidos a partir de elementos electrónicos. La siguiente sería hacer que la caja se abra y pueda ser tocada como un nuevo instrumento de percusión.

 

Con sus dos primeros trembleators Badiola y Burge presentaron su pieza de danza “Entretenidos” en Bilbao. En Octubre de 2007 estuvieron en el BAD y en Enero de 2008 dentro del programa Zer(k)nias en La FundiciónEn Junio de 2008 dentro del Festival Internacional de danza en paisajes urbanos y muestra de video Lekuzleku deciden convertirse por un día en trio. Burge llama al músico y compositor británico Craig Vear con quien colabora regularmente en el proyecto Stretch –una instalación interactiva que incluye escultura, danza, música y video- dirigida por la artista plástica Sophia Clist. Vear colaborará tocando los trembleators.

 

En su danza los dos personajes (Badiola y Burge) se sirven de estos instrumentos para embarcarse en una búsqueda de sonidos. Es una danza sonora. Mientras, se relacionan entre ellos. Ellos se buscan en el otro, anhelan su reflejo, evitan mirarse cuando se tocan. Pausas. Silencio. Sobre todo se escuchan. Y así se mantienen entretenidos.

Pero Amparo y Nick no querían acabar aquí con el tema de sus instrumentos inventados, así que solicitaron una beca de BilbaoArte –que les fue concedida- y en los últimos meses no han parado de trabajar en su taller. Allí la cosa ha ido más allá y los trembleators han evolucionado y han tenido familia. Se han convertido en esculturas sonoras. Les han incorporado patas, un banquito para sentarse, una piel artificial que los hace más glamourosos, luces, algunos juguetes electrónicos sonoros, una especie de theremin que parece funcionar con la luz,… Y ya de paso han inventado otro par de nuevos intrumentos y han añadido video a su presentación. Los trembleators han adquirido definitivamente la categoría de escultura sonora, naturalmente interactiva.

 

Según me comentaba Amparo, entre sus próximos proyectos está el de organizar workshops para enseñar a utilizar el trembleator. Se harían talleres para músicos, talleres para bailarines, talleres para niños. La improvisación resulta interesante, pero hay que aprender a improvisar primero. Los trembleators puden crear infinidad de sonidos, pero hay que conocerlos. A través de un pequeño aprendizaje, quienes participen de su performance o admiren sus esculturas sonoras, podrían utilizarlas a modo de instrumentos de una forma creativa aportando sus propias ideas.

 

Si aun no has visto los trembleators, no te preocupes, estate atento y seguro que tienes la oportunidad. De momento éste mes de Julio, que a pesar de la crisis, es tiempo de viajar, si te pasas por  Manchester, en su festival internacional (MIT), podrás encontrarte con el exquisito trabajo de Badiola y Burge, pero además podrás disfrutar con el debut operístico de Rufus Wainwright; un doble concierto con Kraftwerk y Steve Reich; una exposición de arte comisariada por Marina Abramovic, una procesión organizada por el artista Jeremy Deller y muchísimas otras cosas destinadas a un público inquieto.