BREVE
Espacio Abisal. Bilbao
Varios artistas
Durante todo el año
EXPOSICIONES DE GUERRILLA
La galería Espacio Abisal de Bilbao, en combinación con su programación habitual de exposiciones de tres semanas de duración, ha optado en el último año por un nuevo formato de exposición al que ha llamado “Breve”. El último sábado de cada mes los artistas seleccionados se comprometen a montar, inaugurar y desmontar una exposición que sólo dura ese día.
El tiempo dedicado a una exposición viene definido por sus posibilidades de rentabilización. ¿Cuánto cuesta? ¿Cuánto puedo vender? ¿Cuántos visitantes podemos atender? ¿A cuántos visitantes podemos atraer? Unos cálculos que todo organizador debe plantearse a la hora de definir estas duraciones. En los museos el periodo de exposición suele ser de varios meses, en las galerías privadas de un mes, las ferias de arte comerciales abarcan unos pocos días y otras manifestaciones artísticas como la Bienal de Venecia 6 meses y la Documenta de Kassel 100 días. Ha veces los tiempos de exposición resultan totalmente excesivos, como por ejemplo los cuatro meses que duran buena parte de las exposiciones de la Sala Rekalde de Bilbao. Haría falta un mayor flujo de visitantes para su rentabilización, pero no es tarea fácil. En ocasiones es la propia exposición la que no resulta atrayente para un público amplio. Muchos museos ven en las visitas guiadas y talleres para niños y jóvenes la solución a una baja afluencia de espectadores. En el caso de los escolares se consiguen cientos de visitantes cautivos. Una idea más interesante es la de realizar actividades complementarias como proyecciones, charlas o conciertos. La combinación de otros eventos en el propio espacio expositivo puede ser un buen sistema para acercar el público a la galería. Los galeristas barceloneses han tomado la iniciativa de organizar un ciclo de pequeños conciertos en sus espacios. Así, se asiste a ver la exposición y, a la vez, a escuchar unas piezas musicales que amenizan la visita, todo ello acompañado de una copa de cava por cortesía de la galería. Y si pusieramos jamón seguro que el número de visitantes aumenta.
El público asiste más al evento social que a la llamada del arte. Una adecuada forma de comunicar y presencia en medios junto con el boca-oreja pueden hacer que el flujo de visitantes continúe pero en la mayor parte de las ocasiones lo que ocurre es que la exposición languidece en su apacible espacio sin recibir más vistas que unas pocas puntuales.
¿Tiene sentido tener una exposición abierta durante un mes si nadie acuda a verla después del primer día? ¿Por qué hacer entonces exposiciones que duran semanas si nadie va a acudir después del día de la inauguración? ¿No resultará más eficaz poner todos los esfuerzos en un único día?
Un planteamiento de éste tipo es el que llevó a Eduardo Hurtado, uno de los comisarios y actuales directores de Abisal a plantear el proyecto que nos ocupa.
Breve, según su comisario, “pretende indagar en los ritmos de producción y exhibición de los procesos artísticos contemporáneos”. Se propone a los artistas seleccionados una intervención en la galería que tendrá una duración de un día, donde se incluye el tiempo de montaje, inauguración, exhibición y desmontaje. Esto sucede el último sábado de cada mes y desde Enero han pasado por los breves de la galería de la calle Hernani Juan Aizpitarte y Oier Villar, Estitxu Losa, Usoa Areitio, e Ibai León y Sara Campillo. Para cada una de las exposiciones se publica una postal impresa en fotocopia que al final del proyecto se agruparan en forma de publicación. Los artistas reciben un pequeño presupuesto a modo de dieta del día. Una dinámica que sirve para dar la posibilidad de exponer a un mayor número de artistas, aunque solo sea un día, y a la vez un experimento donde los rítmos y el tiempo son protagonistas. Los resultados, como es de esperar, son muy variados y hay desde el artista que consigue una exposición al uso en un tiempo récord, hasta el que por la premura de tiempo sólo consigue abocetar sus ideas, pasando por el que intenta saltarse las normas del propio proyecto desvirtuándolo.
Breve es un proyecto que se podría agrupar con otros que tienen el trabajo en la galería y no en el estudio uno de sus parámetros principales. Así ocurre con el proyecto Praxis en el Artium donde en su primera edición los hermanos Roscubas restauraban una de sus piezas frente a los visitantes. En Primer Proforma 2010 (MUSAC) Txomin Badiola, Jon Mikel Euba y Sergio Prego se encerraron junto a quince voluntarios en el museo para crear lo que luego se mostraría como exposición final.
En el caso de Abisal los artistas toman la decisión de si crearán en el propio espacio o se limitaran a colgar sus obras, todo depende de ellos, pero solo disponen de una mañana. Todo un reto con diversos resultados.
Esta inmediatez emparenta a Breve con el arte de guerrilla formando parte de su versión más light, la galerística exposición de guerrilla. Un genero expositivo cada día más en auge en un Bilbao donde supuestos galeristas hacen del alquiler de su espacio su modus vivendi, donde el público rara vez acude al espacio expositivo después del día de su inauguración y donde a los artistas, lejos de alcanzar derechos largamente reivindicados, se les sigue pidiendo todo a cambio de muy poco.
Txema Agiriano
Publicado originalmente en Mugalari el 7 de Mayo de 2010
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